Un editor es definido por su capacidad de ver un libro a partir de un original o una idea. En la vorágine de información en la que nos encontramos y con la gran cantidad de producción editorial que existe a nivel mundial, no es alocado ver libros hasta en la sopa. En este blog nos proponemos abordar distintos aspectos editoriales desde autores y temas varios analizados en el Seminario de grado: Estrategias para la construcción del catálogo. Asimismo, desarrollaremos un análisis sobre diferentes catálogos de editoriales y proyectos específicos, aportando ejemplos y entrevistas, con el fin de acercarnos a un análisis de los diferentes perfiles y fórmulas editoriales.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Entrevista con los editores de Caja negra y La bestia equilátera

Ezequiel Fanego (Caja Negra) y Maximiliano Papandrea (La bestia equilátera)

El primero de septiembre contamos con la visita de estos dos jóvenes, con el fin de que nos transmitan sus experiencias a lo largo de su trabajo editorial, las decisiones que debieron llevar al cabo para ingresar en el mundo de los libros y como llegaron a ser lo que son hoy en día.

Logo editorial
Ezequiel Fanego fundó la editorial Caja Negra junto con Diego Esteras en el año 2006, sin tener previamente experiencia en la industria editorial.  El intercambio con editores y libreros los ayudó a desenvolverse en este trabajo. 
“En Interzona muchos de ellos nos ayudaron, nos indicaron como empezar, desde cómo construir un libro hasta cómo comercializarlo”.

La editorial posee una estructura pequeña, no tiene muchos trabajadores fijos pero si muchos colaboradores externos. Actualmente está compuesta por Ezequiel y su socio, encargados de las decisiones editoriales, una chica que inicialmente era correctora y después empezó a coordinar el área de prensa y actualmente la de producción, y un chico que realiza las tareas de comunicación (redes sociales, correo electrónico, etc.).

Logo editorial y catálogo 2008-2013
Maximiliano Papandrea trabaja como traductor y corrector en La Bestia Equilátera. Esta editorial se encuentra dirigida por Natalia Meta, Diego D’Onofrio y Luis Chitarroni, sus fundadores. Posee una fuerte inclinación por narrativa extranjera y, mayormente,  escritores del s. XX. Maximiliano comenzó en su carrera editorial como corrector literario, tuvo un seminario con el jefe de producción del grupo planeta, a partir del cual iban a conseguir un  trabajo de prueba, así consiguió un trabajo en planeta como freelance.
La editorial posee, también, una estructura pequeña y son parte de ella sus fundadores; un representante comercial; una asistente editorial, que funciona como secretaria y coordinadora; y colaboradores externos. El diseñador es externo (pero siempre es el mismo), al igual que la maquetadora, y una chica que realiza la prensa. También trabajan con una editora que hace los ebooks y los corrige.

¿Cómo se organizan sus catálogos?
Ambas editoriales trabajan con traducciones, no suelen editar a autores inéditos. Tienen división en colecciones, pero solo con un fin organizativo, para ellos es un problema el diseño de colección ya que restringe la libertad de diseño en las tapas de los libros. Para Ezequiel, asimismo, es una forma de enviarles señales a los lectores, de orientarlos por ello planea experimentarlo con una nueva colección. En cambio, para Maximiliano es vital la libertad total en el diseño en función al libro y no a la colección, para él es la calidad de la editorial la que genera cierta afinidad con los lectores aunque reconoce que el logo de la editorial los ha ayudado a identificarse mucho con el público y que no hay una tapa en la cual no aparezca. También contó como interrelacionaban los libros por medio de las reseñas y en las contratapas.
“Una vez me puse a hacer un ejercicio que es…, nosotros hacíamos las citas en contratapa de escritores y críticos, me puse a armar un sistema que se fue armando solito de Maclaren-Ross elogiando a Alfred Hayes, había como una secreta correspondencia entre los elogios de los escritores de contratapa. Es como que esos elogios inesperadamente, hacían un poco..., por ejemplo, Können hablando de Markson y los dos son autores de La bestia equilátera. Es algo que no es deliberado pero si habla de cierta afinidad”.


Ambas editoriales son relativamente nuevas en el mundo editorial, pero ya son muy reconocidas y con el tiempo se fueron formando un gran número de lectores afines. Ambas ganaron, en diferentes años, el Premio al mejor editor que se entrega en la feria del libro y son parte de las diferentes exposiciones en ferias. Después de contarnos sus experiencias en el mundo editorial nos recomendaron que empecemos a editar, sea lo que sea, pero que lo intentemos, que no es imposible ya que hay muchos modos de editar y esto abre las oportunidades.


De izquierda a derecha: Ezequiel Fanego, Patricia Piccolini y Maximiliano Papandrea

sábado, 13 de septiembre de 2014

Philippe Schuwer

“Las cinco principales funciones del editor” en Traité pratique d’edition

Como se explica  en este capítulo, hay importantes diferencias con respecto al papel de los editores y lo que los caracteriza. En un principio, en el español existen dos términos que lo definen: el editor (responsable de la edición y seguimiento de las obras) y el publisher (persona que tiene o administra la editorial). Además, el rol de los editores varía según el tipo de libros que publican, según la naturaleza de sus mercados y según la estructura de sus empresas.
En base a los diferentes roles, Philippe Schuwer elabora las cinco principales funciones del editor:

1.       Descubrir autores, temas y fórmulas editoriales
La búsqueda más simple de autores para Philippe reside en el ámbito literario. Cuando el editor está consolidado la tarea se vuelve más fácil ya que una editorial establecida atrae a los autores. Por otro lado, la búsqueda de un tema y/o la edición especializada hace que el editor esté a cargo de la realización del libro y su lanzamiento. En este caso la obra del autor tiene un proceso diferente ya que responde a un encargo del editor.
En relación con la búsqueda de formas editoriales, el autor explica que cada libro representa una elección. La verdadera apuesta en éste ámbito reside en las inversiones y en las estrategias comerciales y promocionales de las editoriales.
[…]toda estrategia editorial debe innovar, desarrollar nuevas colecciones, fácilmente identificables por los puntos de venta y por el público, y reforzar la imagen de marca de las series establecidas” (Schuwer 1997:15-37)

2.       Garantizar y financiar la producción de las obras
A partir de que se acepta el proyecto y el original se suceden diferentes operaciones, y tanto la producción intelectual de la obra como la material representan una gran inversión. En algunas editoriales la producción representa la carga principal, en otras lo es la impresión, la publicidad o la distribución.

3.      Hacerse cargo de la promoción y la distribución del libro
El editor en su contrato de edición se compromete con el autor a garantizar estos puntos y es por ello necesario que planifique estrategias sobre los diversos canales de venta, la promoción, la logística y la distribución para no dejar nada al azar.

4.      Promover su fondo editorial
El editor necesita realizar un seguimiento de los puntos de venta, de las reposiciones e intervenir con la publicidad. No se debe descuidar la relación que la editorial con sus autores, con los encargados de la prensa, o incluso, con ministerios, organismos culturales o empresas privadas.

5.      Tener obligación de resultado
Cualquiera sea el ámbito editorial a lo primero que se aspira es al autofinanciamiento, y si es posible a la obtención de ganancias. Toda editorial, por ser una empresa, está sometida a los avatares de la economía, de los factores sociopolíticos y culturales, a las tendencias y a los progresos o regresiones del sector; y como consecuencia de ello debe obtener resultados económicos para poder seguir con su actividad.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Thomas R. Adams y Nicolas Barker

"A new model for the study of the book"
En este texto los autores plantean como un libro es más que el texto que lo comprende, su forma física es igualmente importante para ellos. Así, históricamente, tanto el texto como su aspecto, su tamaño, su diseño y la manera en la que eran decorados, le otorgaba a los miembros de una sociedad cierta riqueza cultural y un estatus social. Cada libro ha sido una imagen de autoridad divina y la capacidad de reproducir y multiplicarlos no disminuyó su poder.

Los autores estudian los diferentes aportes sobre la historia del libro entre ellos el realizado por Robert Darnton, autor que propone un modelo denominado ‘El circuito de la comunicación’. En el ofrece un marco de referencia en la estructura de la historia del libro permitiendo la interacción entre las fuerzas externas y los diferentes procesos con los que el libro se conforma.
Darnton define seis etapas en este modelo: los autores, los editores o publisher, los impresores, los distribuidores, los vendedores y los lectores. Con esta estructura enfoca el estudio del libro en las personas que participan del proceso de creación, en la distribución y en la venta, descuidando así, para Adams y Barker, el foco en el libro.

Los autores invierten este esquema y presentan al libro como el objeto central, creando un nuevo modelo basado en el impacto de la sociedad sobre este. 

A diferencia de los seis elementos constitutivos del ‘Circuito de la comunicación’ los autores lo reformulan y plantean en su lugar cinco eventos en la vida del libro. El primer evento es la publicación, en ella intervienen diferentes factores a la hora de tomar la decisión, estos son: la creación, la comunicación, las ganancias y la preservación. El segundo evento es la manufactura y ella hace posible la existencia del objeto libro tal como lo conocemos, aunque sobre ella influyan generalmente cuestiones tecnológicas y económicas. El tercer evento que se plantea en su modelo es la distribución, sin la cual no podría lograrse el objetivo principal del libro, la comunicación. La recepción es el cuatro evento y es en ella donde se mide el impacto que tuvo el libro en la sociedad, a cuántas personas les interesó obtenerlo y, sobre todo, cuántos de estos libros fueron leídos. El quinto y último evento es la supervivencia, la cual se presenta en tres etapas: la primera incluye la creación y la recepción inicial, la segunda -y más peligrosa- es en la cual el libro no es usado de forma intensiva y la tercera se caracteriza porque el libro es descubierto como objeto, ya sea por sus derechos o por el texto que contiene.

Es con este último evento con el cual se completa el círculo planteado por los autores.


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(Esquema de Robert Darnton)











(Esquema de Adams y Barker)