Gestión de proyectos editoriales
En este
libro, la autora, realiza una presentación del
rol del editor y las características del ámbito en el que este realiza su trabajo. Aborda temas enfocados en los diferentes actores del medio, temas
específicos relacionados con la producción, selección y seguimiento de
proyectos, aportándole al lector una guía práctica sobre diferentes estrategias
a tener encuentra y errores comunes en la edición.
En la “Introducción” presenta la función del editor, sus formas de
interacción con los autores y la visión de este trabajo desde sus inicios,
donde ser buen editor “no era algo que se aprendía”, hasta la actualidad, en la
que los editores toman cursos con el fin
de adquirir conocimientos técnicos. Expresa que es necesario que los editores
sean competentes además de cumplir con metas de producción, técnicas de
marketing o tecnología digital.
El éxito editorial surge de la habilidad para hallar buenos
libros y autores ya que se trata de un trabajo con riesgos e incertidumbre. Si
bien se pueden disminuir los riesgos, nunca hay una garantía de que el libro se
venderá con éxito y lo preocupante es que estos resultados tienen una gran
exposición pública (en cifras de ventas, reseñas o saldos editoriales).
Establece, asimismo, una distinción entre editoriales
especializadas y comerciales, las que tienen diferentes comportamientos a la
hora de seleccionar un libro o autor. En las especializadas, por ejemplo, los
ritmos de ventas le dan la posibilidad de lograr ventas sostenidas a lo largo del tiempo, pero en las
comerciales no hay lugar para libros de venta lenta, o como define la autora
“libros perezosos”.
En su primer capítulo “Cómo se elige lo que se publica” demuestra que si bien existen editores que apuestan a lo desconocido, y es algo muy valioso, la regla es que la mayoría se ajustan a un patrón en relación a lo que tienen que decir y las necesidades de mercado que deben satisfacer. En la elección de una editorial los autores eligen y se guían por aspectos como el prestigio, la identidad de marca, si es un editor reconocido, que la promoción y el marketing sean de alto perfil o que su producción sea de calidad. En cambio, los editores tienen que basar su criterio en buscar un autor que se venda con éxito, que tengan una trayectoria conocida o que sean expertos en un tema. Deben pensar: ¿es apropiado para mi catálogo?, ¿qué hace la competencia?, ¿cómo y qué consumen los lectores? Y asesorarse en caso de necesitarlo.
Es difícil que se publique un libro si no es acorde al catálogo de la empresa. Los catálogos suelen organizarse por tema, por tipo de lector o por alguna relación que guarden entre sí los diferentes libros. Agrupar la producción editorial de esta forma es conveniente ya que ordena los títulos y reduce el gasto en marketing que realiza la editorial.
“Elegir
libros para publicar es como cualquier otra prueba de observación, pues implica
agudizar el ojo y el instinto, así como aplicar una serie de herramientas para
orientarse”(Davies 2 005:6).
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En el segundo capítulo de su libro, "Contratación de proyectos para su publicación", aborda temas relacionados con los requisitos de aprobación del proyecto, los costos y los resultados, las extensiones y plazos de entrega por parte de los autores, y los contratos.
Al realizar una evaluación sobre un libro, la autora plantea la necesidad de evaluar: las ventajas sobre otros libros, qué tiene de especial el autor, si se ajusta a los planes de la empresa y el circuito de venta del libro. Es importante que los editores sean minuciosos en cuanto al valor del contenido, en cuanto al público y a la competencia ya que de esta decisión dependerá la publicación o no del libro.
En cuanto se recomienda el libro para su publicación, será necesario comprobar que es viable en lo financiero. Se trate de editoriales comerciales o especializadas, lo que se busca es lograr un grado de rentabilidad que permita continuar con las actividades de la editorial. Muchas veces, a los ingresos por las ventas se le suman ingresos por venta de derechos subsidiarios, por ejemplo de traducciones o ediciones en rústica, los cuales representan una posibilidad de explotación importante para la editorial que debe tenerse en cuenta.
Con respecto a la extensión y los plazos, se hace hincapié en dejar estos temas bien en claro ya que cualquier alteración podría afectar la planificación del proyecto, tanto en diseño como en tiempos.
Los contratos editoriales, si bien pueden variar en cada sector, suelen ser similares. Una de las cláusulas utilizadas en los contratos de edición son las cláusulas de opción, en las cuales el autor se compromete a editar con esa editorial una o más obras futuras. Los elementos que más varían en los contratos son los que refieren a los anticipos, regalías y derechos subsidiarios. Como demuestra la autora, los grandes anticipos y regalías corresponden en su mayoría a los libros comerciales, ya que estos constituyen una seria complicación. Es importante a la hora de realizar un anticipo confiar en el éxito del libro y del autor ya que sino puede ser dinero perdido. Otra cláusula muy común en cuanto a las regalía son las cláusulas de ajuste, estas permiten que las regalías aumenten con las ventas (generalmente con la primera re-impresión, donde muchos costos ya fueron amortizados).
Para la autora es importante tener en cuenta los siguientes errores comunes:
- Calcular mal la extensión: puede llevar a modificar las dimensiones del libro tanto material como de forma financiera.
- Calcular mal la fecha de entrega: si un libro no está disponible para la venta en un tiempo determinado ocasionará problemas financieros.
- Contradecir la opinión de colegas: es importante escucharlos si no opinan como uno, ya que quizás el acercamiento a la propuesta lo han hecho perder la mirada objetiva.
- Pagar grandes anticipos.
- Calcular mal la fecha de entrega: si un libro no está disponible para la venta en un tiempo determinado ocasionará problemas financieros.
- Contradecir la opinión de colegas: es importante escucharlos si no opinan como uno, ya que quizás el acercamiento a la propuesta lo han hecho perder la mirada objetiva.
- Pagar grandes anticipos.
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En el capítulo “De la contratación a la entrega” Gill Davies examina el seguimiento y el uso de cronogramas de entrega en los proyectos editoriales.
Explica que no todos los escritores cumplen con los plazos acordados y que la entrega de un original fuera de término es uno de los principales problemas de las editoriales, ya que crea problemas en todo el sistema. Los principales efectos de los retrasos son:
- manuscritos extensos (necesidad de cambiar el formato o acortar el texto)
- aumento de costos (pérdida de precisión en el presupuesto)
- atraso en el área de corrección, marketing y producción
- posibles cambios en el mercado del libro
- posible pérdida de una fecha especial de lanzamiento (por ejemplo: navidad, el día del niño, un congreso específico sobre el tema)
Como los retrasos nunca se pueden eliminar por completo ni prever de antemano Gill Davies recomienda que el editor adopte una postura activa: realice un seguimiento del trabajo del autor, prevea un cronograma con posibles retrasos y explique detenidamente al autor la importancia de entregar el original en termino y los problemas que acarrearía no hacerlo.
El seguimiento consiste tanto en controlar los plazos como en encontrar formas de apoyar y guiar al autor en su tarea. Debe ser de todo el proyecto y en conjunto, por ello es esencial mantener reuniones de equipo en forma periódica (el material debe ser leído por varios miembros del equipo, las imágenes deben ser examinadas y aprobadas, y los planes de marketing deben ser sometidos a un continuo desarrollo y perfeccionamiento).
Prever un cronograma con posibles retrasos lo hará un cronograma más “seguro” ya que tendrá en cuenta tiempo adicional para recibir, leer y revisar el manuscrito; dispondrá de tiempo extra en caso de que el manuscrito llegue tarde o deba corregirse o re-escribirse. Es importante cuando se realiza una planificación anticipada revisar ciertas decisiones del plan como:
- tirada (¿el mercado es el mismo?)
- precio
- ventas nacionales y extranjeras
- descuentos
- derechos subsidiarios
Davies plantea la importancia que tiene el apoyo del editor hacia los autores y el aliento que estos les brindan. Es importante que este profesional acompañe al autor y le aporte comentarios constructivos sobre la escritura o el tema desarrollado, le proporcione información sobre el mercado o sobre las actividades de la editorial que podrían ser importantes para su libro.
Un segundo problema común, sobre todo en editoriales no literarias, es que el manuscrito recibido no presenta lo que el editor esperaba o quería. Los manuscritos pueden ser insatisfactorios por distintos motivos como su calidad, extensión o por desviarse de la propuesta original.
A la hora de proponer una re-escritura o posibles correcciones el editor deber realizar comentarios detallados y, en lo posible, respaldado por colegas o asesores. También se puede recurrir a la opinión de un experto en el tema con el fin de respaldar su opinión.
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En “Manejo del proceso
de edición” Gill Davies aborda temas como la explicación del
proceso de edición, el contacto entre las diferentes áreas, la
escritura de textos promocionales, casos de coedición y acuerdos de
distribución, entre otros.
El trabajo del editor es
permanente ya que es quien dispone de más información sobre el
libro que cualquier otra persona en la editorial y debe compartirla
con el resto de las personas que trabajen en este título.
Davies propone una lista
de control para los manuscritos:
- El editor debe leer
la mayor parte posible del manuscrito y si trabaja en una editorial
especializada deberá convocar a un experto externo para que emita
un juicio sobre su calidad.
- El material deberá
ser compartido con otros miembros del grupo editorial.
- Se debe verificar que
el manuscrito esté completo.
Un manuscrito completo
incluye un título, un índice, páginas preliminares, todos los
capítulos, notas, bibliografía, páginas finales, imágenes o
cuadros (si las contiene) y pruebas escritas de los permisos que
hayan sido necesarios solicitar.
En la edición es
importante asegurarse del contenido que se publica, es por ello que
el autor recomienda verificar hechos y cifras, al igual que
corroborar que un tema por su contenido no sea difamatorio.
Davies en este capitulo
expresa que a la hora de realizar textos promocionales es adecuado
utilizar afirmaciones al inicio y fin del texto, es importante que no
se tergiverse el contenido del texto y que la escritura sea
coherente. Asimismo, la descripción del libro debe ser lo más breve
posible y acentuar los beneficios.
El autor explica que los
cuestionarios en la editorial son necesarios y que son un modo simple
de proporcionar información. Incluso añade pautas para el
desarrollo de coediciones, es decir, ediciones conjuntas entre dos
editoriales en la que cada una publica en un territorio o grupo de
territorios específicos. Los acuerdos pueden variar pero la
editorial deberá compartir cierta información con la otra editorial
interesada como, por ejemplo, las fortalezas del libro, su
aplicabilidad al mercado local y la competencia; información del
autor; un texto promocional del libro que pueda ser utilizado no solo
para evaluar el título sino también para su futura promoción; y
parámetros de cuál será su precio y tirada.
Gill Davies brinda en este
capítulo instrucciones para un buen trabajo con diseñadores y con
el área de marketing, en la cual se planeen acciones promocionales,
se realicen reuniones de ventas y presentaciones; y el manejo de
conductas inapropiadas que puedan ocasionarse por intromisiones o
ansiedad por parte del autor.
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